Reciclado de cobre

El cobre se ha convertido en el material más utilizado para fabricar cables eléctricos y otros componentes eléctricos y electrónicos. Puede ser reciclado un número ilimitado de veces sin perder sus propiedades.

El cobre (del latín cuprum, y éste del griego kýpros), cuyo símbolo es Cu, es el elemento químico de número atómico 29. Se trata de un metal de transición de color rojizo y brillo metálico que, junto con la plata y el oro, forma parte de la llamada familia del cobre, se caracteriza por ser uno de los mejores conductores de electricidad (el segundo después de la plata). Gracias a su alta conductividad eléctrica, ductilidad y maleabilidad, se ha convertido en el material más utilizado para fabricar cables eléctricos y otros componentes eléctricos y electrónicos.

El cobre es uno de los pocos materiales que no se degradan ni pierden sus propiedades químicas o físicas en el proceso de reciclaje. Puede ser reciclado un número ilimitado de veces sin perder sus propiedades, siendo imposible distinguir si un objeto de cobre está hecho de fuentes primarias o recicladas. Esto hace que el cobre haya sido, desde la Antigüedad, uno de los materiales más reciclados.

Si bien los yacimientos minerales se pueden agotar, difícilmente nos quedaremos sin cobre. Según la Copper Development Association, los recursos mundialmente conocidos del metal se estiman en 5,8 trillones de libras (15,26 x 1018 kg aprox.), de las cuales solamente un 12% ha sido explotado a lo largo de la historia. De este porcentaje, se estima que el 80% circula aún por el mundo.

El reciclado proporciona una parte fundamental de las necesidades totales de cobre metálico. Se estima que en 2004 el 9% de la demanda mundial se satisfizo mediante el reciclado de objetos viejos de cobre. Si también se considera "reciclaje" el refundido de los desechos del proceso de refinado del mineral, el porcentaje de cobre reciclado asciende al 34% en el mundo y hasta un 41% en la Unión Europea.

El reciclado del cobre no requiere tanta energía como su extracción minera. A pesar de que el reciclado requiere recoger, clasificar y fundir los objetos de metal, la cantidad de energía necesaria para reciclar el cobre es sólo alrededor de un 25% de la requerida para convertir el mineral de cobre en metal.

La eficacia del sistema de reciclado depende de factores tecnológicos como el diseño de los productos, económicos como el precio del cobre y sociales como la concientización de la población acerca del desarrollo sostenible. Otro factor clave es la legislación. Actualmente existen más de 140 leyes, regulaciones, directivas y guías nacionales e internacionales que tratan de favorecer la gestión responsable del final del ciclo de vida de los productos que contienen cobre como por ejemplo electrodomésticos, teléfonos y vehículos.

En la Unión Europea, la directiva 2002/96/CE sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE, o WEEE del inglés Waste Electrical and Electronic Equipment) propicia una política de minimización de desperdicios, que incluye una obligatoria y drástica reducción de los desechos industriales y domiciliarios, e incentivos para los productores que producen menos residuos.[ El objetivo de esta iniciativa era reciclar 4 kilos por habitante al año a fines de 2006.

Un ejemplo de reciclaje masivo de cobre lo constituyó la sustitución de las monedas nacionales de doce países europeos por el euro en 2002, el cambio monetario más grande de la historia. Se eliminaron de la circulación unas 260.000 toneladas de monedas, conteniendo aproximadamente 147.496 toneladas de cobre, que fueron fundidas y recicladas para su uso en una amplia gama de productos, desde nuevas monedas hasta diferentes productos industriales.

El cobre es 100% reciclable, no pierde ninguna de sus propiedades químicas o físicas en el proceso de reciclaje, puede ser fácilmente reincorporado en otros ciclos productivos y tiene pocas restricciones en su uso.

Si se recicla el total,¿para qué extraer más?

Mientras más desarrollada es una economía, más cobre consume. Por lo tanto, como el cobre es de alta durabilidad, la necesidad de más metal crece más rápidamente que la oferta de residuos. Por otra parte, hoy en día, la mayor parte del cobre se utiliza bajo la forma de alambres y cables eléctricos , los que requieren del cobre puro refinado. Los alambres domésticos deben tener un 99,9% de pureza, porque la más pequeña contaminación reduce su conductividad. Sólo un 0,05% de fósforo o un 0,08% de fierro, hacen disminuir la transmisión de electricidad en un tercio.

Fuentes: www.codelcoeduca.cl, www.wikipedia.org